En el pasado la Cornisa Cantábrica tuvo un papel relevante en la fruticultura española. En la actualidad, la producción de fruta de pepita en Galicia y, en particular, la de manzana de mesa, se encuentra en regresión. La falta de calidad, especialmente por falta de un acondicionamiento postcosecha adecuado, ocasiona serias dificultades comerciales que se ven agravadas por la dispersión y falta de organización de los productores. Esto se une a una baja productividad, que impide un mayor dinamismo del sector. Habida cuenta de que la capacidad productiva solo alcanza el 10% del consumo local, podríamos pensar que la fruticultura de pepita puede ser una alternativa a las explotaciones de vacuno. En el presente trabajo se intenta determinar las posibles limitaciones productivas del sector y las exigencias del mercado de frutas de Galicia.