La apicultura en España se caracteriza porque tiene una importante cantidad de superficie agrícola útil disponible para su utilización, presenta una relativamente baja densidad de población (lo cual es importante, tanto en lo que afecta a la ubicación como a su traslado) y, en general, las condiciones climáticas no son extremas, lo que a su vez da lugar a floraciones durante gran parte del año, existiendo la importante posibilidad de seleccionar la base vegetal. Además, hoy en día aparecen nuevas oportunidades de negocio, tanto en el mercado interior como en el exterior (fundamentalmente dentro de la Unión Europea), debido al déficit en la producción de miel. Pero estas oportunidades de negocio en la producción y comercio de la miel por las explotaciones apícolas pueden y deben ir asociadas a la calidad en la producción, en donde la Denominación de Origen (D.O.) juega un papel fundamental tanto en la garantía de calidad como en la imagen que se proyecta. Este es el caso de la D.O. Miel de La Alcarria en Castilla-La Mancha. Pero este potencial debe ir acompañado con unos métodos de gestión de las explotaciones apícolas adecuados que las hagan competitivas. En este trabajo, se analiza mediante los índices clásicos de evaluación financiera de inversiones la rentabilidad de éste tipo de explotaciones. Por último, se completa el trabajo con un análisis de sensibilidad en el que, aparte de otros supuestos, se muestra la importancia de estar acogido a D.O. y del envasado de la miel.