Durante cinco años (1990‑1994) un total de 111 vacas de cría (87 con cría y 24 sin cría) de la raza Asturiana de Valles, con paridera en invierno (enero‑marzo), fueron manejadas en pastoreo de verano (junio a septiembre) en pastos de montaña situados a 1700 m de altitud, constituidos fundamentalmente por las especies Agrostis capillaris‑Festuca rubra‑Nardus strica y Calluna vulgaria, dominando las especies herbáceas en la cubierta vegetal. Las vacas sin cría fueron capaces de mantener su peso vivo y condición corporal en el conjunto de la estación de pastoreo, mientras que las vacas con cría en el total de la estación de pastoreo perdían peso y condición, fundamentalmente por la movilización de reservas en la segunda mitad del pastoreó (agosto‑septiembre), cuando la disponibilidad de las herbáceas apetecibles (Agrostis‑Festuca) era reducida (altura media de 2,82 cm). En el mismo sentido las ganancias de los terneros oscilaron entre 0,85 y 1,0 kg/día en la primera mitad del pastoreo (junio‑agosto), mientras que en la segunda se redujeron a 0,50‑0,65 kg/día. La producción de leche de las madres, que al inicio del pastoreo (junio) oscilaba entre 5,14 y 8,85 kg/día se redujo a niveles entre 1,79 y 3,63 kg/día en septiembre. La ingestión de materia seca digestible de pasto obtenida por las vacas disminuyó significativamente de junio a septiembre tanto en las vacas con cría (20,6 a 16,3 g/kg PV; p<0,01) como en las secas (22,9 a 16,9 g/k g PV; p<0,01). En el primer período de pastoreo la edad del ternero no afectó significativamente a sus ganancias de peso, sin embargo en el segundo período los terneros más jóvenes obtuvieron ganancias (0,99 kg/día) significativamente (p<0,05) mayores que los de más edad (0,51 kg/día). La ingestión diaria de materia seca digestible de pasto por los terneros más jóvenes en julio (8,7 g/kg PV) fue significativamente (p<0,05) menor que la obtenida por los terneros de más edad ( 15,8 g/kg PV), no así en el control de septiembre (13,3 y 14,0 g/kg PV). La ingestión de Calluna vulgaris no superó al 5% del total de la dieta seleccionada por vacas y terneros en ninguno de los controles.