El incremento de la contaminación y la eutrofización de las aguas ha motivado a la Comisión Europea a dictar normas relativas a la depuración de las aguas residuales y a reducir la emisión de nitratos de origen agrario (Directiva 91/676 CE).
Las dosis de aplicación de nitrógeno se determinarán según las necesidades de cada cultivo y lo suministrado por el suelo, el agua de riego y precipitaciones atmosféricas.
El nitrógeno es un elemento esencial que las plantas absorben en grandes cantidades, en particular aquellas especies capaces de producir grandes cosechas.
El almendro es capaz de acumular grandes cantidades de nitrógeno en los frutos, donde llega a alcanzar un 0,73% de su peso fresco. De los componentes del fruto, la semilla (pepita) supone el 61,08% de las exportaciones totales de nitrógeno, el mesocarpio el 24,61% y el endocarpio el 14,31%.
Las altas producciones obtenidas en plantaciones de almendro en regadío que llegan a superar los 1.500 kg/ha de semilla (pepita), provocan unas exportaciones de más de 120 kg de nitrógeno por hectárea y año. En el conjunto de cultivares estudiados los más eficientes son aquellos cuyos porcentajes de semilla son los más altos y los de mesocarpio los más bajos sobre el peso total del fruto.
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